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Vicente León, ingeniero informático por la UPV, se ha propuesto importar la cultura del “Do It Yourself” a España replicando el exitoso modelo de la americana TechShop. “Es el momento, en el contexto económico que estamos viviendo se hace necesario crear un espacio donde la gente pueda desarrollar todo su potencial creativo y que pueda ser el germen de nuevas empresas, un espacio en el que se puedan desarrollar prototipos y sinergias… “, comenta Vicente.

Para ello, ha requerido de nuestra colaboración y también de la vuestra, en este enlace podréis acceder a una encuesta que os agradeceríamos respondiéseis y que seguro ayudará a Vicente y a su equipo (Miguel Esteve y Pau Crespi, ingenieros técnicos informáticos de gestión; Rubén Mañez, ingeniero técnico industrial y Mar Roca de Togores, diseñadora de interiores) a implantar su idea con éxito. Pero antes, conozcamos un poco mejor en qué consiste este proyecto.

Cuatro conceptos en TechShop: fábrica, taller, manitas y artesanos, y enseñanza

“En TechShop se conjugan cuatro conceptos: tiene una parte de fábrica, una parte de taller de prototipos, una parte de espacio para manitas y artesanos y una parte de centro de enseñanza”, dice Vicente, pero como él mismo reconoce la mejor forma de explicar que es TechShop es hacer un recorrido por una de sus instalaciones, tal y como hicieron los componentes de Engadget,  para poder ver qué es lo que nos podemos encontrar allí.

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Si vas a San Francisco puedes visitar una de las nueve plantas que TechShop tiene repartidas por todos los EE.UU. y encima de una de sus mesas de trabajo quizás puedas encontrar una de las más diversas gamas de gadgets del mundo: un libro de madera que se despliega y se convierte en un escritorio con lámpara; o una manta de incubación hecha con polímeros que, según Mark Hatch CEO de TechShop, es “el camino para salvar la vida de 100.000 niños en todo el mundo”; incluso un pequeño lector Square, uno de los productos estrella nacidos en TechShop  y alrededor del que ha crecido una empresa de 300 trabajadores establecida cerca de la planta de TechShop , en el mismo San francisco en el distrito de SoMa.

El mini-imperio de hackerspaces sociales de TechShop se erige

Cuando se habla de la proximidad de Square, no se trata de ninguna anomalía. De hecho, en TechShop están comenzando a ofrecer como oficinas a sus miembros una parte de los más de 1.500 metros cuadrados que tiene la planta, dándoles la oportunidad a las nuevas empresas de establecerse allí mismo, frente a una impresionante gama de máquinas y herramientas. Cortadoras láser, cortadoras por chorro de agua, CNC’s,  impresoras 3D, … “Literalmente, todo lo que necesita para hacer cualquier cosa en el planeta”, dice Hatch. Y aunque todavía puede sonar a hipérbole la definición de “la próxima revolución industrial” (como le gusta decir al evangelista de las  impresoras 3D Bre Pettis), es difícil estar allí, entre el zumbido de la maquinaria y el fluir de las ideas, y no sentirlo.

El mini-imperio de hackerspaces sociales de TechShop se erige como un testimonio de la idea correcta en el momento adecuado. Es el resultado de una gran cantidad de elementos distintos concurriendo todos en un exitoso modelo de negocio, incluyendo una cuota de afiliación que te permite el acceso y la formación en el manejo de las herramientas y máquinas para ayudarte a hacer casi cualquier cosa por ti mismo. Por un importe de unos 100 euros al mes se obtiene el pase en primera fila del arranque de la revolución hardware. En el interior de la nave podemos encontrar una improvisada reunión de estudiantes, jóvenes profesionales, veteranos de la industria y aficionados, y arriba en los soleados bancos de trabajo, talleres y pruebas de prototipos de las distintas clases de productos.

Su fundador Jim Newton, profesor de robótica y asesor de MythBustersScience, se instaló en la primera “Maker Fair” en 2006 detrás de un cartel que decía, simplemente: “TechShop: Build Your Dreams Here.” Ubicado en un edificio industrial justo al lado de la autopista en Silicon Valley (Menlo Park). A estas alturas ha puesto en marcha nuevas plantas en Detroit, Pittsburgh, Raleigh-Durham, Austin, Arizona, Brooklyn, Washington DC y San Francisco, que se ha convertido en un lugar emblemático para la organización.

100 € al mes la cuota de asociado

Hatch cita una serie de factores que contribuyen al éxito de la empresa, empezando con una reducción drástica en el precio de los equipos de mecanizado, gracias, en gran parte, a la influencia de fabricantes japoneses y chinos. El fenómeno ha dado lugar a una sorprendente caída de los precios, entre un  75% y un 85%, de las herramientas, que son  la experiencia central de TechShop. La introducción del software al alcance de todos también ha tenido un profundo efecto en este sentido. “Muchas de estas herramientas están conectadas a ordenadores, por lo que son Controles Numéricos informatizados” dice Hatch. “Y por supuesto que los ordenadores y el software han seguido la ley de Moore. La CNC, hace 10 o 15 años, habría costado un cuarto de millón de dólares, y ahora compramos esta máquina por menos de veinte mil. De este modo podemos tener una cuota de asociado de unos 100 €  al mes o como me gusta decir: ‘por el coste de una inscripción a una empresa de suministro de café’ ahora tienes acceso a las herramientas de la revolución industrial”.

Luego están todos los elementos que han impulsado el nacimiento del movimiento del Hardware Startup. Con la influencia extranjera se ha reducido el precio de las herramientas de fabricación, además la carrera por el dominio del mercado de la telefonía móvil ha reducido significativamente el precio y las dimensiones de los componentes móviles, a la vez que el poder y la disponibilidad de los mismos se ha disparado. La explosión de las impresoras 3D comerciales y de los microcontroladores significa que el prototipado ya no es el dominio semi-exclusivo de las grandes empresas. Y, por supuesto, la influencia de crowdfunding ha ofrecido más que suficiente incentivo para que los manitas creativos puedan crear sus propios prototipos  fruto de su esfuerzo.
“Como resultado, puedes ser tu propio jefe”, explica Hatch. “Y crear un puesto de trabajo para tu amigo, y tu otro amigo, y muy pronto necesitas una oficina.”

TechShop constrruye las puertas para entrar a las empresas

Si bien hay mucho que decir acerca de la naturaleza comunitaria y el intercambio de ideas que viene con el establecimiento de un hackerspace, el momento de hacer negocios es, para la mayoría de las empresas, a puertas cerradas. Para TechShop, su función es muy simple: ser el que construye esas puertas. La compañía ha construido oficinas, permitiendo a múltiples empresas ya creadas coexistir en el mismo espacio donde se realizaron los proyectos que les dieron luz, manteniendo así el acceso a la impresionante gama de herramientas y a la “colmena” de ideas que es  TechShop.

“Parte de nuestro modelo es tener startups trabajando aquí, y que a menudo consigan ‘graduarse’”, dice Hatch. “y que sea entonces cuando se trasladen a un par de manzanas, como Square. Que está, literalmente, a media manzana de distancia y ahora tienen algo así como 300 empleados.” Este es el hogar de una variedad diversa y fascinante de empresas y organizaciones como San Francisco Made, una organización sin ánimo de lucro que, muy apropiadamente, se centra en la promoción de la fabricación local.

Allí puedes encontrarte a Type A Machines, empresa a cargo de la revolución de las impresoras 3D para casa, con la fabricación de impresoras RepRap. “Todos nosotros somos miembros”, dice el CEO Kevin Roney. “Realizamos nuestras operaciones en una oficina en el tercer piso. Type A Machines hace su producción completa aquí en San Francisco en TechShop. Usamos el Tormach (CNC) para el fresado de las piezas, el chorro de agua para cortar el ventilador del motor y los láseres para cortar la carcasa”.  Es algo que está a la vista: la línea de producción total de la empresa se establece en la trastienda de sus pequeñas oficinas, sus impresoras de la Serie 1 se fabrican allí mismo. Son un pequeño, pero poderoso recordatorio de cómo la revolución hardware puede algún día ayudar a cambiar el rumbo de la constante pérdida de empleos en la industria del país. Todo esto parece todavía un sueño imposible, pero como la demanda de productos se hace cada vez más fragmentada y sectorizada, es posible ver un papel cada vez más importante para la producción localizada.

ProtoTank es más una fábrica de ideas

Situado justo al lado nos encontramos, ProtoTank es más una fábrica de ideas que una mini fábrica en casa de hardware. “Somos tres chicos y una chica que ha decidido que era muy divertido construir hardware juntos”, explica el co-fundador Sam Brown. La empresa comenzó su andadura con la creación de una lámpara de escritorio inspirado en Mario Bros., un cubo con  el signo de interrogación que se ilumina con un impacto. La ubicación de su primera oficina fue un paso natural, dada la naturaleza comunitaria que dio origen a la empresa. “Estas son algunas de las mentes más brillantes que he encontrado”, explica el co-fundador Adam Ellsworth. “Si bien somos un equipo de cuatro personas, desde luego, no estaríamos en el lugar que estamos fuera de esta comunidad. Podemos crear prototipos y pequeñas series de fabricación con herramientas que no podríamos financiar nosotros mismos. No podíamos darnos el lujo de una cortadora por chorro de agua, y un cortador láser sería una inversión bastante grande, pero el estar en este edificio nos permite disponer de todos estos equipos.. En medio de todo este movimiento, el propio gobierno de EE.UU. está empezando a darse cuenta de lo que significa TechShop.

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“Uno de nuestros mayores admiradores es David Kappos, ex-jefe de la Oficina de Patentes y Marcas de EE.UU.”, explica Hatch. “Vino a Menlo Park hace unos años e hizo una presentación a un grupo de inventores, y al final de ella, cogió a nuestro fundador, Jim Newton, y dijo, ‘Hey, tenemos que trabajar con ustedes porque esto es exactamente lo que necesitamos. Necesitamos más inventores en los EE.UU., y tenemos que comunicar mejor lo que significa la patente provisional y la forma de pasar por el proceso de patente y mis examinadores están realmente aquí para ayudar.” La solución para mejorar la comunicación entre las dos partes es una especie de “Teléfono Rojo” que se conecta directamente a la línea directa de la USPTO (United States Patent and Trademark Office’s), situado justo al lado de un banco de trabajo en el segundo piso.

El espacio es un prototipo utópico

Es fácil ver por qué el gobierno está interesado en TechShop. El espacio es un prototipo utópico para fomentar un entorno startup más amigable en cualquier parte del mundo. Se puede prever un futuro en el que una buena cantidad del hardware cambiará a un modelo hiper-especializado, con muchos consumidores interesados en los productos fabricados de serie limitada para dispositivos dirigidos hacia sus necesidades y deseos individuales. La revolución del teléfono inteligente ha hecho maravillas por la velocidad, el tamaño y precio de los componentes y las explosiones del hardware programado como las placas Arduino y las impresoras 3D de sobremesa han hecho que sea mucho más fácil transferir las ideas de la mesa de dibujo al mundo real. Y con la ayuda de sitios de crowdfunding y estos prototipos de escritorio, sólo puede ser TechShop quien lidere esta revolución.

No olvidéis que si queréis colaborar y contribuir a qué este proyecto salga adelante, podéis hacerlo rellenando esta encuesta y que os llevará apenas un minuto.